MIGUEL ÁNGEL FLORES LANZA UN ÓRDAGO querellándose contra el juez instructor
El empresario Miguel Ángel Flores ha lanzado su órdago más importante: una querella contra el juez instructor del caso Madrid Arena, Eduardo López-Palop. ¿Por qué razones? Por haber sido parcial, por no haber tramitado las pruebas solicitadas, por haberle detenido ilegalmente y, en suma, por haber vulnerado sus derechos fundamentales.
La querella ha sido presentada ante la Sala de Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Madrid que, antes de admitirla a trámite, se la ha enviado a la Fiscalía para que informe.
Es decir, para que el Ministerio Público diga si le parece bien o no y, en función de su respuesta, tomar la decisión final.
Si estuviéramos en Estados Unidos, esta maniobra sin duda sería calificada como un “long shot”, una apuesta arriesgada que tiene pocas probabilidades de prosperar pero que si lo hiciera supondría un espaldarazo para la causa de Flores.
Porque la propia justicia, antes de la celebración del juicio que tiene que tener lugar el año que bien, le daría la razón a su tesis de que, desde el principio, fue tomado como el “cabeza de turco” y principal responsable de las muertes de las cinco jóvenes que fallecieron la madrugada del 1 de noviembre en la fiesta del Madrid-Arena.
Algo, a lo que López-Palop, titular del Juzgado de Instrucción 51 de Madrid, según Flores, ha contribuido de forma decisiva con la instrucción que ha hecho del caso, perjudicándole de forma manifiesta porque él no es el único responsable ni tampoco el único acusado.
Hay 14 personas más, doce de ellas imputados por los mismo: cinco deltios de homicidio por imprudencia grave y treinta delitos de lesiones por imprudencia, como estableció el juez López-Palop el pasado 20 de abril.
Estos son Santiago Rojo Buendía, director general de Divertt, Miguel Ángel Morcillo Pedregal, jefe de personal de Diviertt, Rafael Pastor Martín, director de departamento de seguridad de Madridec, Francisco del Amo López, coordinador de proyectos del departamento de operaciones de Madridec, y su técnico de operaciones José Ruíz Ayuso. También figuran entre estos acusados los coordinadores jefes de Seguriber Juan José París Nalda y Raúl Monterde Guillermo, el jefe de equipo de Seguriber, José Antonio Díaz Romero, el vigilante de seguridad Roberto Mateos García, los socios de Control 34 Carlos Manzanares Rodríguez y Emilio Beillard Cueto y el que fuera máximo responsable de la Policía Municipal de Madrid Emilio Monteagudo Parralejo.
A los doctores Simón Viñals Pérez y Carlos Viñals Larruga, el juez instructor los considera coautores de tres supuestos delitos de homicidio por imprudencia grave profesional.
