Los violadores suministran la “burundanga” a sus víctimas en discotecas a través de bebidas

Los violadores suministran la “burundanga” a sus víctimas en discotecas a través de bebidas

|
23/5/2015 00:00
|
Actualizado: 02/10/2023 10:22
|

Se la conoce como la droga del violador, el beso del sueño, polvo zombi o aliento del diablo, también como cacao sabanero o borrachero, pero su nombre más popular es el de “burundanga”. Es la responsable de entre el 20 y el 30 por ciento de las agresiones sexuales que se producen en España.

De acuerdo con datos del Ministerio del Interior, en 2013 se produjeron 9.025 agresiones sexuales. El 40 por ciento quedaron sin castigo.

El mayor grupo de riesgo es el de una mujer joven de entre 15 y 19 años que ha consumido una o dos bebidas alcohólicas, que pierde la conciencia y que despierta varias horas después en un lugar desconocido con signos o sospechas de haber mantenido relaciones sexuales no consentidas.

La víctima tarda alrededor de unas 20 horas en acudir a la Policía o al centro hospitalario, consumida por sentimientos de culpabilidad o vergüenza.

Según Luis Segura, médico forense de los Juzgados de Madrid, que intervino esta semana en la conferencia que se celebró en el Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses, en el 70 por ciento de los casos de “sumisión química” las mujeres son menores de 30 años. 

Los agresores suministran la “burundanga” a sus víctimas, en bebidas, cigarrillos, lanzaperfumes, billetes o pañuelos, principalmente en discotecas.

El efecto es inmediato. Durante dos horas la víctima narcotizada queda en un estado de sumisión, accediendo de forma complaciente a todas las órdenes del agresor.

El nombre científico de la “burundanga” es la escopalamina, un anticolinérgico que se extrae de las solanáceas.

Los médicos suelen hacer uso de ella para la cinetosis o como antiespasmódico. Es un alcaloide con una larga tradición de uso en la historia de los rituales y hechicerías de chamanes y brujos de las tribus de todo el mundo.

Curiosamente, es uno de los “sueros de la verdad” más utilizados por los servicios de inteligencia de todo el mundo. Es inodora y no tiene sabor, por lo que es imposible detectarla.

Entre los adictos a la teoría de la conspiración, se asegura que fue la droga que la CIA, el servicio de espionaje exterior de EE.UU., suministró a David Chapman para que matara a John Lennon.

Sus “usuarios” suelen obtenerla en el mercado negro, a través de Internet o por elaboración casera, utilizando plantas que forman parte de nuestra flora autóctona.

Según Francisco Tomás-Valiente y Francisco Pardo, autores del libro ‘La Justicia y sus puñetas. Nueva antología del disparate judicial’, “el problema de todos estos casos es que cuando el asunto llega a los jueces estos carecen de pruebas para condenar al culpable. Creemos que los jueces deberían actuar con mayor diligencia a la hora de pedir todas las pruebas y análisis para detectar la presencia de esa droga”.

Noticias Relacionadas:
Lo último en Política