Quién es José María Garzón, el abogado de Teresa Romero

Quién es José María Garzón, el abogado de Teresa Romero

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05/11/2014 00:00
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Actualizado: 25/9/2018 11:54
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Biografía: vida laboral y académica

En Estados Unidos dirían de él que es un “self made man”, un hombre que se ha hecho a sí mismo. Nació en una familia humilde cuya situación económica le obligó a ponerse a trabajar a los 18 años recién cumplidos.

Hizo una oposición a funcionario, que sacó con muchos codos, y luego cursó dos carreras al mismo tiempo: la de Derecho y Graduado Social.

“Trabajaba por la mañana y cuando salía me iba a la Facultad de Derecho, de 4 a 8, y a la otra, de 7 a 10. ¿Dormir? Dormía poco”, admite. “Pero las saqué”.

Vocación por el Derecho

Poco tiempo después descubrió que lo que más le atraía era el ejercicio del Derecho. Dio el salto sin pensarlo.

José María Garzón es aguerrido, rápido y muy creativo, desde el punto de vista legal. Lleva el Código Penal marcado a fuego en su cerebro. Y lo combina con un profundo conocimiento del código procesal penal vigente, la Ley de Enjuiciamiento Criminal, parcheada hasta la extenuación desde su entrada en vigencia, allá por 1882.

El ex magistrado del Tribunal Constitucional, Vicente Gimeno Sendra, es el director de su tesis –que está en fase de elaboración final- y que lleva por título “Intervenciones corporales para la obtención de pruebas de ADN”. Lo que en ella dice pone en tela de juicio muchas de las ideas comunes sobre la infabilidad del código genético en la identificación criminal.

No es un “empollón” ni un “coquito”, advierte. Y tiene una pasión oculta, el fútbol. Y un equipo, el Atlético de Madrid.

Primer caso mediático como abogado: el Crimen de Alcásser

La mayor parte de nuestra moderna historia judicial no se podría escribir sin citar obligatoriamente su nombre.

Su bautizo de sangre en la primera división de los casos penales se produjo en 1997, ejerciendo la acusación particular en nombre de Fernando García y Fernando Gómez, dos de los padres de Myriam, Toñi y Desiree, las tres niñas asesinadas en el pueblo valenciano de Alcásser.

Garzón llegó hasta el final del juicio, pero lo abandonó en la fase de calificación por estar en desacuerdo con las apariciones que hacía Fernando García por las noches en el programa de Tele 5, “Esta noche cruzamos el Mississipi”, que dirigía y presentaba Pepe Navarro.

“No pude soportarlo más. Su participación en televisión desautorizaba mi trabajo. Fueron tres meses y medio muy tensos. Al final cedí la representación de Fernando García a un miembro de mi equipo, que había estado conmigo todo el juicio”, cuenta Garzón.

Segundo caso mediático: Caso Wanninkhof

Ejerció, asimismo, la acusación particular, representando a Alicia Hornos, en el juicio contra Dolores Vázquez, por la muerte de Rocío Wanninkhof, a la familia de Sonia Carabantes, que fue asesinada por el británico Anthony King, a la familia de Sandra Palo, la madrileña que fue violada y asesinada por un grupo de jóvenes, a Dolores Martín del Pozo, que encargó el asesinato de su marido a un sicario, y a la soldado Dolores Quiñoa, la militar que acusó a un superior de haberla violado.

José María Garzón no es un abogado al uso. Aunque no ha cursado la carrera de periodismo, conoce muy bien cómo funcionan los medios y los informadores. Sabe que los casos, en nuestro tiempo, no sólo se ganan o se pierden en los tribunales de justicia, que la opinión pública tiene mucho que decir, y que es influyente.

Teresa Romero y Javier Limón sin duda han contratado a un despacho que juega en la primera división de las jurisdicciones penal y civil. No puede dar la seguridad de que vayan a ganar. Ningún abogado puede hacerlo. Pero una cosa es segura, saben muy bien lo que llevan entre manos.

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